Aparcamos los coches -eso quiere decir que hemos venido más de tres, qué bien- en una inmensa avenida en la zona nueva de Arroyomolinos, a los pies de un mirador que al final de la etapa subiríamos, por curiosidad más que nada.
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Descansadero del Molino, o lo que queda de él. |
Abandonamos el asfalto por Las Arroyadas y llegamos por pista hasta el Descansadero del Molino. Luego remontamos el arroyo por un divertido sendero que discurre paralelo. Excelente comienzo para una estupenda jornada de
mountainbike.
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Remontando una de las trialeras. |
Circunvalamos la población por un
parquecillo y tras un par de kilómetros de asfalto -en subida- llegamos al meollo de la cuestión: las
trialeras del monte de Batres. Habrá más, seguro, pero nosotros bajamos por un par de senderos
disfrutones y subimos por uno más asequible, muestra más que suficiente de las posibilidades de la zona.
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El campo cobrando vida. |
El
track nos dirige hacia Batres, primero por una agradable pista junto al río Guadarrama, y luego por un camino en subida que apunta directamente al famoso castillo de la población. Tras reponer fuerzas y
hacer un poco
el ganso iniciamos la vuelta por una pista muy cuidada que nos devuelve a la urbanización del Monte de Batres y, por la carretera ya conocida, a Arroyomolinos.
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Llegando a Batres |
Y, como siempre, el track:
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